ABS Foods Group

Para entender el tema que hoy tratamos, debemos dejar claros varios conceptos clave:

Tanto el pescado como el marisco, debido a sus prontos márgenes de caducidad, han de someterse, la mayoría de las veces, a procesos ultrarrápidos de congelación. Este método permite conservar todas las características del producto y hace posible que un alimento no fresco llegue a nuestros hogares o negocios manteniendo todas sus propiedades gustativas, olfativas y nutricionales, así como sus propiedades organolépticas.

Actualmente, en el mercado, se manejan técnicas novedosas que aportan un plus de garantía y confianza al resultado final. Ese es el caso del glaseo.

¿En qué consiste la técnica del glaseado?

La técnica del glaseado consiste en rociar individualmente con agua potable la superficie del producto. Esto bloquea los efectos de la oxidación y la deshidratación, comunes en este tipo de procesos, y protege a su vez los alimentos.

Información al consumidor

El usuario debe estar informado en todo momento del producto que va a adquirir, así como de los procesos a los que ha sido sometido desde su captura hasta su llegada a supermercados o empresas mayoristas.

Para ello, los parámetros que marca la normativa son claros: el etiquetado de los productos alimenticios congelados para la venta al consumidor final debe indicar el peso sin incluir el glaseado, y se puede expresar de tres formas:

  • Doble indicación: Peso neto y peso escurrido.
  • Indicación comparativa: Peso neto = peso escurrido.
  • Indicación única: Peso escurrido.

Este tipo de información debe estar siempre presente a la vista del consumidor, figurando rotulada en etiquetas, carteles o tablillas colocadas en el lugar de venta, sobre el producto o próximo a él.