Son alimentos frescos y, por tanto, perecederos, aquellos que por sus características naturales conservan sus cualidades aptas para la comercialización y el consumo durante un plazo inferior a 30 días o que requieren condiciones de temperatura regulada, tanto para su comercialización como para su transporte.

Estos productos pueden adquirirse sin envasar o envasados, si así lo solicita el cliente. En ambos casos, el etiquetado debe incluir, como mínimo:

• La denominación de venta
• La cuantificación del producto o ingrediente
• La categoría de calidad (cuando sea exigida)
• La variedad y el origen

Cuando el alimento sea envasado en el propio establecimiento comercial y se ofrezca para su venta el mismo día, el etiquetado deberá contener los datos exigidos para productos envasados, excepto el número de lote.

¿Cómo deben ser etiquetados los alimentos frescos?

El etiquetado de la carne debe incluir, obligatoriamente:

• La clase o tipo de canal de origen
• La denominación comercial de la pieza

En el caso de carnicerías u otros comercios minoristas, si la carne o sus derivados se presentan envasados para la venta, el etiquetado debe incluir:

• La marca sanitaria
• La denominación comercial conforme a las normas de calidad o denominaciones reconocidas por el uso
• La clasificación de calidad conforme a dichas normas
• La especie o especies de origen
• La lista de ingredientes

Por su parte, los productos pesqueros (vivos, frescos, refrigerados o cocidos) deben llevar en el envase y/o embalaje, de forma visible, legible e imborrable, los siguientes datos:

• La denominación comercial y científica de la especie
• El método de producción
• El nombre de la zona de captura o de cría
• El peso neto (en caso de estar envasado)
• El modelo de presentación y/o tratamiento